400 años después del nacimiento de Francesco Morosini “el Peloponeso” (1619-1694), varias instituciones venecianas celebran la figura convincente del capitán general de mar y dux. El Museo Correr es un lugar esencial, ya que es el guardián de todo el patrimonio histórico de Morosini, adquirido en 1895 por el último heredero y procedente de su palacio en Campo Santo Stefano. Memorabilia, documentos y obras de arte que muestran aspectos peculiares de la persona y la dimensión histórica de Morosini. Objetos personales, libros, libros piloto, globos y hallazgos del arte griego clásico dan testimonio de su carácter y pasiones. Documentos militares, modelos navales y fortalezas, trofeos, armas tomadas de los otomanos describen al hombre de guerra y sus hazañas, especialmente la conquista del Peloponeso (1683-1688). Retratos, monedas, medallas, publicaciones elogiosas evocan el aura mítica que aún envolvía al almirante-dux, el último héroe veneciano. Muerto de dux en la batalla, su celebración póstuma duró mucho tiempo, encomendada a proyectos monumentales no realizados por el arquitecto Antonio Gaspari y a aparatos como el construido en el palacio familiar y recordado en la instalación permanente del Correr. Con la figura épica de Morosini, la exposición recuerda la ilusión de un regreso a la gloria del poder militar y marítimo de Serenissima en el Mediterráneo.